Kepler y la estrella de Belén
Johannes Kepler es recordado como un gigante en la historia de la astronomía. Sus tres leyes del movimiento de los planetas dieron la evidencia empírica que Isaac Newton necesitaba para poder formular su teoría de gravitación universal.
Kepler además fue un astrólogo para quien no existía un límite claro entre las dos disciplinas que tan bien prácticaba. Durante los tiempos de Kepler pudo ser visible un fenómeno astronómico conocido como conjunción planetaria. Esto hace que dos o más planetas se acerquen mucho entre si en sus posiciones aparentes vistas desde la Tierra. Si llega a darse el caso de que los planetas se acerquen lo suficiente, puede dar la impresión de que se trata de una sola estrella muy brillante.
Además, Kepler tuvo la fortuna de apreciar la aparición de una nueva estrella en el cielo; una Nova. Las novas en realidad son explosiones de estrellas, y desde la Tierra aparecen como estrellas brillantes que son visibles de repente y se mantienen así por un breve periodo de tiempo para después desaparecer.
En una ocasión, Kepler se encontró con un libro que llamó mucho su atención. En el libro, el historiador polaco Laurentius Suslyga cuestionaba las fechas que habían sido calculadas para el nacimiento y muerte de Jesucristo basándose en fuentes históricas. Según Suslyga, el monje Dionisio el Exiguo, a quien debemos la fecha erronea del nacimiento de Cristo, había cometido un error de unos 4 años cuando determinó en el año 525 la fecha para el nacimiento de Jesús.
El evangelio de Mateo cuenta que unos Magos del oriente habían seguido una estrella que les anunciaba la venida de un nuevo Rey de Israel. Kepler se preguntó si con su poder de astrónomo-astrólogo él podía explicar a qué se refiere el evangelio con la estrella que siguieron los magos.
Kepler calculó que una conjunción de los planetas Júpiter y Saturno había ocurrido en la constelación de Piscis unos dos años antes de la fecha calculada por Suslyga para el nacimiento de Jesús. Tiempo suficiente para que los magos emprendieran su viaje a lo que hoy conocemos como Tierra Santa.
Hasta aquí el conocimiento astronómico de Kepler. Para defender su tesis, Kepler el astrólogo empieza a hablar: "... los magos venían de Caldea, donde la astrología nació y gracias a la que sabemos lo siguiente: Grandes conjunciones en los puntos cardinales, significan grandes cambios...". Además que dicha conjunción apareciera justo en la constelación del Pez, símbolo cristiano por excelencia, era algo que no podía pasar desapercibido.
Muchas críticas se le hicieron a Kepler desde su época hasta nuestros días. El argumento de la Estrella de Belén no se toma demasiado en serio para poder datar la fecha para el nacimiento de Cristo. Se sabe que Herodes el Grande murió en el año 4 a.C. por lo que Jesús debió haber nacido unos 5 años antes de lo que nosotros consideramos el año cero. Si los magos interpretaron la conjunción en Piscis como el advenimiento del rey-mesias de Judea no podemos saberlo con certeza. Pero eso no quita el crédito a Kepler de ser un astrólogo-astrónomo de alto calibre.
P.S. Como andaba de ocioso, les comparto los resultados que obtuve usando el programa Stellarium para las tres conjunciones de Júpiter y Saturno que ocurrieron en Piscis en el año 6 a.C. vistas desde una locación cercana a tierras Caldeas.
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