La caricatura de LeGendre o de la importancia de burlarse del profesor.
En alguno que otro espisodio de mi vida he tenido la fortuna de haber sido maestro. Como cualquier maestro que se respete, fui víctima de las burlas y faltas de respeto de quienes fueron mis alumnos. Como profe, siempre seguí aquella filosofía de que "el que se lleva, se aguanta"; lamentablemente, muchas veces los que no aguantaron fueron mis pupilos.
Antes de ser maestro fui alumno, y por supuesto que yo también me burlé de mis profesores. Recuerdo que ya en la universidad, un muy buen amigo mío tenía un gran talento para el dibujo, así que cuando estaba aburrido le daba por hacer caricaturas de los profesores. Nunca olvidaré aquella caricatura clásica de una profesora cuyo retrato era la mísmisima cara de Díaz Ordaz.
Durante esta cuarentena por el coronavirus he tenido tiempo de ponerme a leer sobre la historia de las matemáticas. Al llegar a los matemáticos franceses del s. XIX, inevitablemente me topé con el nombre de Adrien-Marie LeGendre (el de los polinomos).
Yo recordaba que había estudiado los polinomos de LeGendre en algún momento, pero no recordaba exactamente para qué demonios servían. Fue entonces cuando consulté wikipedia para refescar mi memoria. Me llevé una ligera sorpresa al ver que la imagen de wikipedia del gran matemático era más bien una caricatura del mismo.
Caricatura de LeGendre por Julien-Leopold Boilly.
Me pareció curioso que la enciclopedia hubiera elegido la caricatura del gran matemático para ponerla como foto de portada. Fue ese el momento en que se terminó mi interés por los polinomios y me centré en resolverme el misterio de la caricatura.
Muchos de los matemáticos franceses del s. XIX eran bastante arrogantes y les encantaba que se hicieran retratos de ellos, a diferencia de los matemáticos franceses de nuestros días que se toman fotografías. LeGendre fue de alguna forma la excepción en su época. Citemos el discurso que el matemático Simeon Denis Poisson (el de los paréntesis) pronunció durante el funeral de LeGendre: "...nuestro colega siempre expresó su deseo de que se hablara de él solamente en términos de su trabajo, al que dedicó toda su vida. Yo me atendré religiosamente a su voluntad en este homenaje que he venido a rendirle". Es muy posible que a causa de este mismo deseo LeGendre se haya negado a ser retratado durante su vida.
Años después de la muerte de LeGendre y de cualquier persona que lo haya conocido en vida, el escritor Alphonse Rebiere escribió una suerte de historia de las matemáticas en donde se habla de LeGendre. Rebiere buscó entre los archivos algún retrato del matemático para incluilo en su libro y se topó con el retrato de un politico francés llamado Louis Legendre. Probablemente Rebiere se confundió pues en el retrato solo estaba escrito el apellido "Legendre", y al no haber nadie vivo que reconociera al matemático o al político, el error pasó desapercibido durante más de un siglo.
Retrato del político Louis Legendre, durante más de un siglo confundido con el matemático.
Con la invención de los algoritmos de búsqueda en Internet, unos estudiantes de la Universidad de Estrasburgo descubrieron en el año 2005 que el mismo retrato era adjudicado a dos personas distintas; el matemático y el político. Una breve investigación determinó que se trataba del político por lo que el matemático LeGendre se quedó sin rostro una vez más como posiblemente había sido su deseo.
En el año 2007, otro matemático frances llamado Gérard Michon encontró en internet un album de caricaturas que había pertenecido al artista Julien-Leopold Builly durante los años en que LeGendre vivía. Resulta que a Builly se le habían encomendado varios retratos de matemáticos y profesores del Institut de France donde trabajaba LeGendre. Builly realizó varios retratos muy serios, pero en sus ratos libres le gustaba hacer caricaturas de los profesores del Instituto. Fue así que un día dibujó al profesor LeGendre, curiosamente en la misma hoja donde también aparece una caricatura del gran matemático Joseph Fourier (el de las series).
Caricaturas de LeGendre y Fourier en el album de Boilly
No se tiene noticia de ningún otro retrato de LeGendre. Al final hizo lo que pudo para cumplir su deseo de ser recordado únicamente por su trabajo. Y es precisamente por ello por lo que es recordado. Sin embargo, el destino le jugó una inocente broma. Supongo que LeGendre no contaba con que la travesura de un estudiante había guardado al menos una imperfecta memoria gráfica de su persona.
C'est la vie, Monsieur LeGendre!
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