Una Suástica en el cielo



La Esvástica, o suástica, es un símbolo que siempre ha llamado mucho mi atención. La primera vez que vi una suástica fue en algún libro de historia o alguna fotografía de la segunda guerra mundial. Inevitamblemente siempre tiendo a asociar el símbolo de la suástica al partido Nazi. Fue muy sorprendente para mí cuando tiempo después encontré una suástica en el pecho de un Buda. 



Tiempo después supe que eso no era coincidencia. Detrás del movimiento nazi, hubo toda una raíz mística que vinculaba a los alemanes con el Tibet a través de las migraciones de una mítica raza aria, de la que hablaremos en otra ocasión...

Con el tiempo descubrí que la suástica es uno de esos misteriosos símbolos que han aparecido en numerosas culturas del mundo a lo largo del tiempo. En prácticamente todas las culturas en que ha aparecido, la suástica ha sido interpretada como un símbolo de prosperidad, alegría y buena fortuna.

Suásticas del mundo


Existen varias hipótesis de cómo un mismo símbolo pudo aparecer en diferentes lugares. Una de ellas es que todas las culturas que poseen el símbolo lo heredaron de una "cultura madre" de la cual son descendientes. Otra hipótesis es que las culturas toman prestados símbolos de otras... Una tercera posibilidad es que el símbolo esté basado en algún fenómeno u objeto que sea visible para todo el mundo. ¿Y qué mejor lugar para que todo el mundo observe un fenómeno que el cielo?

El archifamoso astrónomo Carl Sagan fue partidario de la hipótesis del "origen astronómico" de la suástica. Según él, un peculiar cometa giratorio pudo haber creado la imagen en el cielo de la cruz giratoria y todas las culturas que lo vieron lo dejaron registrado en su simbología.


Impresión de un cometa giratorio que pudo dar origen a la suástica

Existe otra hipótesis sobre el origen astronómico de la suástica que me parece interesante. Sabemos gracias a un astrónomo griego llamado Hiparco de Nicea, que existe un fenómeno llamado precesión de los equinoccios. Dicha precesión se debe a una suerte de bamboleo de la Tierra sobre su propio eje, lo cual tiene dos consecuencias astronómicas importantes. La primera es que la posición del Sol durante los solsticios y equinoccios se va moviendo a lo largo de los siglos. Hoy en día el equinoccio de primavera ocurre en la constelación de Piscis y el de otoño en Virgo, pero esa proyección del Sol en la boveda celeste cambia. En un par de cientos de años, el equinoccio de primavera ocurrirá en la constelación de Acuario, y de ahí el termino New Age, o Nueva Era, puesto que pasaremos de la era de Piscis a la era de Acuario.

La segunda consecuencia de la precesión es el cambio de la proyección del eje de la Tierra en el cielo. Hoy en día, la boveda celeste da la impresión de girar alrededor de una estrella que llamamos Polaris, o estrella polar, que es la "cola" de la constelación de la Osa Menor. 

Fotografía de larga exposición de las estrellas, aparentemente girando en torno a la estrella polar Polaris.

Constelación de la osa menor Ursa Minor, con forma de sartén. La cola de la constelación es la estrella polar. A la izquierda, encerrada en un círculo, se encuentra la estrella Thuban, también conocida como Alpha Draconis, en la constelación de Draco, el dragón.

El fenómeno de la precesión de los equinoccios hace que la proyección del eje de la Tierra también se mueva, creando la ilusión de que la boveda celeste gira alrededor de otros puntos que a veces coinciden con las posiciones de estrellas distintas a Polaris. Debido a este fenómeno, desde el cuarto hasta el segundo milenio antes de Cristo, sabemos que una estrella de la constelación del Dragón, conocida como Thuban (Alpha Draconis) ocupaba la posición de la estrella polar. 



Simulación del cielo en el año 2773 a.C. en el programa Stellarium. Al centro de los círculos se encuentra Thuban, la estella polar en ese entonces. A la derecha se puede apreciar la constelación de la Osa Menor (Ursa Minor) la cual durante una noche parece girar alrededor de Thuban.

Si tomaramos una fotografía de la posición aparente de Ursa minor alrededor de Thuban cada 6 horas (la cuarta parte de un día) y respetando la forma de la constelación se formaría la siguiente imagen:

De la época que abarca de hace 6000 hasta hace 4000 años, así giraba la constelación de la Osa Menor alrededor de la estrella polar de ese entonces; Thuban

Dada la importancia simbólica tanto de la astrología como del Axis mundi (eje del mundo) para las culturas antiguas ¿Pudo ser este el origen astronómico de la suástica? No creo que podamos dar una respuesta definitiva, pero la coincidencia me parece fascinante.





Comentarios

Entradas populares