Copérnico y el Dios visible de Trimegisto

                     Nicolás Copérnico 1473 - 1543

Como escribí en una entrada anterior, la traducción al latín del Corpus Hermeticum por parte de Marsilio Ficino tuvo una rápida difusión en muchos de los medios intelectuales de la Italia renacentista a finales del Siglo XV. Fue en esta atmósfera intelectual que llegó a la universidad de Padua, en el norte de Italia, un joven católico procedente de Polonia cuyo nombre era Nicolás Copérnico.

Hace ya algunos años estuve estudiando una rama de la astrofísica que se conoce como mecánica celeste. Principalmente me interesé por el movimiento de estrellas binarias, aquellas estrellas que están tan cerca una de otra que se dan vueltas al igual que lo hacen los planetas alrededor del Sol. Recuerdo que comenté en mi grupo que siempre me había sorprendido la hipótesis heliocéntrica de Copérnico. Después de todo, estudiando mecánica celeste me di cuenta de que si se utilizan los trucos matemáticos correctos, uno puede bien describir el movimiento de los planetas del Sistema Solar desde una perspectiva geocéntrica, que es más o menos lo que se hacía en astronomía en la época renacentista. Mi maestra comentó que ella pensaba que Copérnico se había dado cuenta de alguna simetría, o algo así, que lo llevó a suponer que si el Sol se ponía inmovil en el centro del sistema, quizá los cálculos se simplificarían. 

Desde el punto de vista moderno, pareciera obvio que podemos cambiar las coordenadas de sistemas en movimiento a sistemas en reposo así tan fácil. Pero si uno revisa la historia de las ideas, el llegar a esa idea no fue nada fácil y no era algo que se acostumbrara en la ciencia del renacimiento. ¿Pudo venirle la idea a Copérnico de algún otro lado? 

Copérnico terminó sus estudios en Italia y volvió a su natal Polonia, pero no para dedicarse a la astronomía. Aunque había comentado sus ideas heliocentristas con algunos conocidos, guardó su teoría bajo llave durante muchos años. De hecho, el viejo Copérnico se animó a publicar sus ideas heliocentristas hasta casi llegada su muerte gracias al impulso de un joven matemático suizo de nombre Georg Joachim Rheticus.

El libro donde Copérnico expone sus ideas es el archifamoso De Revolutionibus Orbium Coelestium, que se traduciría así como ¨Sobre las revoluciones de las esferas celestes¨. En una de las páginas más famosas del libro, puede leerse:


¨Y en medio de todo permanece el Sol. Pues ¿Quién en este bellísimo templo pondría esta lámpara en otro lugar mejor, desde el que pudiera iluminar todo? Y no sin razón unos lo llaman la lámpara del Mundo, otros Rector. El Dios visible lo llamó Trimegisto; Sofocles y Electra el que todo lo ve...¨

Fragmento del De Revolutionibus donde Copérnico cita a Trimegisto...


El Dios visible de Trimegisto, entre otros nombres, llama Copérnico al Sol en De Revolutionibus... Ya no me parece tan misterioso el origen de la idea heliocéntrica.

      ¨Trimegistus uisibilem Deum, Sophoclis Electra intuente¨

Al tener un origen egipcio, donde uno de los dioses principales era una deidad solar, el Corpus Hermeticum contiene una gran cantidad de referencias al lugar central del Sol en el Mundo, aunque en una forma espiritual más que física. Quizá Copérnico llevó esa idea hermética un paso mas allá.

De Revolutionibus no es un libro sobre hermetismo. Esa es la única referencia que Copérnico hace a las ideas de Hermes Trismegisto, al menos que yo sepa. Creo que hubiera sido arriesgado por su parte darle demasiado crédito por una teoría que de por sí se las vería difíciles para hacerse un lugar en la historia de la ciencia. Pero creo que también hubiera sido deshonesto por parte de Copérnico no citar todas sus fuentes...



Comentarios

Entradas populares