Viaje a Tierra Santa 12. Al-Aqsa y el Domo de la Roca



Continúa de Parte 11.

La palabra Islam, de acuerdo a sus orígenes etimológicos, quiere decir aceptar, rendirse o sometrese; mientras la palabra musulmán, que viene de la misma raiz, significa "el que se somete".

De las tres religiones Abrahamicas, el Islam es la más nueva de todas. Es por ello que durante mucho tiempo se pensó que se sabía mucho más de los origenes del Islam que de cualquier otra religión.

Existen tres lugares sumamente sagrados para los musulmanes. Los primeros dos se encuentran en la península arábiga; La Meca y Medina, que son ciudades donde el profeta Mahoma vivió e hizo campaña militar. El tercer lugar es Jerusalén. El Corán, libro sagrado de los musulmanes, cuenta que el profeta Mahoma, guiado por el arcangel Gabriel, emprendió un viaje a los cielos montado en un caballo alado llamado Buraq, donde encontró a los profetas Abraham, Moises y Jesús, quienes también son reconocidos como profetas en el Islam. El viaje comenzó desde una roca que se encuentra situada en el Monte del Templo, encima de lo que fueron el Templo de Salomón y el Segundo Templo, por lo que también es un lugar sagrado para los Judíos.

El día que yo pude visitar el lugar, tuve que entrar por un puente exclusivo para los visitantes que no somos musulmanes, a diferencia de quienes sí practican esa religion que tienen acceso a la explanada desde otras entradas que se encuentran en el Barrio Musulmán.



En la parte derecha de la foto se puede ver un "túnel" o escalinata que sube hacia la entrada de la Explanada de las Mezquitas. En segundo plano se observa el Muro de los Lamentos y en el fondo el Domo de la Roca.

Estabamos formados esperando a que las autoridades nos dieran acceso. Al estar la entrada del puente muy cerca de la entrada que lleva a la explanada donde está El Muro de los Lamentos, pasaban cerca de nosotros muchos judíos que iban o venían de su lugar de oración. Una mujer judía que pasaba no pudo evitar hacernos una advertencia:

- El monte del Templo es un lugar muy sagrado para nuestra religión, es el lugar donde se encontraba el Arca de la Alianza y ahí sólo debían entrar los sacerdotes y quienes estuvieran purificados. Nosotros tenemos prohibida la entrada, por lo que les pido que por favor nos respeten y no entren ustedes tampoco...-

La mujer nos observaba fijamente a los ojos mientras nos advertía... Fue un poco difícil renunciar a la idea de entrar a conocer el lugar, pero sí tuve la sensación de que mi entrada no era bien vista por todo el mundo. No obstante, incluso si me hubiera arrepentido de subir era un poco tarde. Unos guardias empezaron a hablarnos en árabe indicando que nos moviéramos y comenzaramos a avanzar. Solo recuerdo que la mujer nos vio con un poco de tristeza, aunque estaba segura de que había hecho bien en advertirnos. Al menos yo no sabía que el lugar no debía visitarse si obedecemos las leyes judías.

Supongo que por la época del año en que hice mi viaje, había muy poca gente en casi todos los lugares que visité y la Explanada de las Mezquitas no fue la excepción. No se veían muchos turistas y había poca gente local. En el centro de la explanada, con una cúpula dorada rodeada de una base octagonal forrada de mosaicos azules, se encuentra el Domo de la Roca. Más que una mezquita, el domo resguarda la roca sagrada desde donde el profeta emprendió su viaje nocturno. 







Fotografías del Domo de la Roca y la Explanada de las Mezquitas

En la cabecera de la explanada, puede verse la Mezquita de Al-Aqsa, que significa "la Mezquita Lejana". Si bien esta mezquita es la tercera en importancia en el Islam, tiene un estatus muy especial. Existe una leyenda que dice que una plegaria en la mezquita de Al-Aqsa equivale a 500 plegarias en cualquier otra mezquita, incluídas la Meca y Medina.






Es una sensación increíble la de estar tan cerca de las historias y leyendas de las que ha oído o leído. Después de cada visita a un lugar en Tierra Santa solamente quedan ganas de leer y saber más.

Continúa en Parte 13.

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