Viaje a Tierra Santa 11. El Santo Sepulcro



Continúa de Parte 10.

La Vía Dolorosa termina en una pequeña puerta que lleva a una explanada totalmente rodeada por paredes de piedra. Uno no puede creer que se encuentra justo en las afueras de la iglesia más importante de la cristiandad. Dice la leyenda, que fue aquí donde Jesús fue crucificado y posteriormente enterrado, aunque hay gente que piensa que no fue así.

Yo había visitado la Basílica de San Pedro cuando estuve en Italia,  había visto varias catedrales góticas en Europa y conozco muchas de las iglesias barrocas del México virreinal, y todas ellas son mucho más fastuosas que la humilde Iglesia del Santo Sepulcro. 

Vista principal de la Iglesia del Santo Sepulcro.

En Jerusalén existen lugares sagrados de las tres Religiones del Libro. El Islam y el Judaísmo tienen un grave conflicto, ya que ambas claman que lugares sumamente sagrados les pertenecen siendo estos los mismos, aunque por diferentes motivos. Por ejemplo, el Monte del Templo es sagrado para los judíos ya que ahí se encontraron el primer y segundo templo y hoy en día se encuentra el Muro de los Lamentos. El mismo monte se conoce como la Explanada de las Mesquitas, el cual es sagrado para los musulmanes ya que desde ahí emprendió el profeta Mahoma, la paz sea con él, un extraordinario viaje a los cielos montado en un caballo alado. 

Los cristianos no tienen ese problema en Jerusalén. Su lugar santo se encuentra un poco alejado del Monte del Templo y no tiene conflicto con las otras dos religiones. El conflicto, y sí que lo hay, existe entre las diferentes iglesias cristianas que tienen un lugar en el sepulcro. La iglesia fue fundada en el siglo IV siguiendo los descubrimientos comandados por Santa Helena, madre del emperador romano Constantino. La estructura ha sido destruída en más de una ocasión y ha pasado por el control de manos cristianas y musulmanas. La última reconstrucción de la Iglesia data de los tiempos de las cruzadas, por allá del siglo XII.

Desde los origenes de esta religión, han existido diferentes formas de entender el mensaje del Cristianismo. Es por ello que han habido algunos cismas en el seno de la iglesia a lo largo del tiempo. Hoy en día, la Iglesia del Santo Sepulcro la comparten las siguientes denominaciones cristianas:

- Iglesia católica apostólica romana
- Iglesia ortodoxa griega
- Iglesia apostólica armenia
- Iglesia ortodoxa copta de Alejandría
- Iglesia ortodoxa etiope
- Iglesia ortodoxa siria de Antioquía.

Es curioso, además, que las llaves del Sepulcro las resguarda desde el año de 1187 una familia Musulmana, los Joudeh Al-Goudia, mientras la puerta es custodiada por otra familia, la Nuseibeh, también musulmana.

No pude entender la organización de la Iglesia hasta que tuve acceso a un poster que encontré posteriormente en la revista National Geographic. 


Entre laberintos obscuros que suben y bajan, emergen capillas, grutas y grandes espacios. Al igual que ocurre con los barrios de la ciudad antigua de Jerusalén, los cambios de ornamentación advierten al peregrino de que se encuentra en una sección gestionada por una diferente denominación cristiana. Lamentablemente no soy un gran fotografo, por lo que mis fotos del lugar no son tan geniales:





Mosaicos bizantinos donde se muestran escenas de la muerte y entierro de Jesús en la sección ortodoxa griega


Fieles que tocan la piedra donde Jesús estuvo postrado antes de ser sepultado



La rotonda que rodea la tumba de Jesús dejaba entrar un rayo de Sol creando un espectáculo óptico interesante cuando visité el sepulcro



Los fieles encienden velas y hacen plegarias fuera de la tumba.



Cristo Pantocrator en una de las cúpulas de la Iglesia.

Después de estar un rato contemplando la Iglesia, a la gente y tratando de orientarme dentro de ella, decidí salir a comer algo. Una cosa que llamó mi atención fue que nunca pude ver nada relacionado con la Iglesia Ortodoxa Etiope dentro de la Iglesia. Cuando salí por la puerta principal, pude ver a un grupo de peregrinos de dicha nacionalidad, todos vestidos de un blanco impecable que contrastaba con la oscuridad de su piel, y se dirigían a una pequeña puerta a la derecha de la entrada principal de la Iglesia. Decidí seguirlos y después de atravesar una capilla muy humilde con iconografía totalmente etiope subí una escalera, donde encontré que a esa antigua iglesia africana le habían asignado los espacios encima de la capilla de Santa Helena. Por así decirlo, los mandaron a la azotea.



Monjes etiopes en el techo del Santo Sepulcro.

Pude ver que había una puerta de salida por donde se encontraban los etiopes, por lo que decidí ir a explorar a qué parte de la ciudad antigua me llevaría. Resulta que salí cerca de donde había comido unos días antes, en el restaurante griego donde el dueño me había contado una historia. Quise ir a probar si ese día había esperando otra sorpresa como la de aquel día...

Continúa en Parte 12.







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