Viaje a Tierra Santa 10. La vía dolorosa
... Continúa de Parte 9
El día que salí con mis amigos a la caminata en el desierto, Marion me había contado la historia de la otra tumba de Jesús. A partir de ese momento, me quedé bastante interesado en lo que decía la tradición sobre dónde se encuentra en realidad el sepulcro.
Decidí explorar el camino que siguen la mayoría de los peregrinos cuando hacen la visita a Tierra Santa. Comencé en el monte de los olivos, afuera de los muros de la ciudad antigua. Las tradiciones judía y cristiana tienen muchos lugares de culto en dicho monte. Por ejemplo, varias tumbas de profetas veterotestamentarios se encuentran ahí, así como un antiguo cementerio judío. Mi caminata comienza en el Huerto de Getsemaní, donde nos cuenta la Biblia que Jesús pasó su última noche antes de ser apresado para su juicio y crucifixión. En el huerto se encuentran unos impresionantes olivos casi milenarios y se puede tener una vista fantástica de la ciudad antigua.
Olivos en el Huerto de Getsemaní
Vista del Monte del Templo y el cementerio Judío
Tumbas de los profetas
Iglesia ortodoxa de Santa María Magdalena
Después de estar paseando un rato en el monte, comencé mi caminata hacia la iglesia del Santo Sepulcro a través de la llamada Vía Dolorosa. Tradicionalmente, la calle dentro de la ciudad antigua que va desde la Puerta de los Leones hasta la Iglesia del Santo Sepulcro se considera aquella en la que Jesús sufrió su pasión. A lo largo de la misteriosa calle se pueden ir viendo letreros de los lugares donde ocurrieron eventos importantes.
Al atravesar la Puerta de los Leones, se debe prestar atención a las diferentes cosas que van apareciendo a lo largo del camino. Existen capillas o lugares de culto que indican cada una de las famosas 14 estaciones del Víacrucis:
- Primera estación: Jesús es condenado a muerte.
- Segunda estación: Jesús carga con la cruz.
- Tercera estación: Jesús cae por primera vez.
- Cuarta estación: Jesús se encuentra con María, su madre.
- Quinta estación: Simón de Cirene ayuda a Jesús a cargar la cruz.
- Sexta estación: Verónica limpia el rostro de Jesús con su manto.
- Séptima estación: Jesús cae por segunda vez.
- Octava estación: Jesús consuela a las mujeres que lloran.
- Novena estación: Jesús cae por tercera vez.
El resto de las estaciones se encuentran dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro, que es el punto focal de la peregrinación.
Caminar la Vía Dolorosa es una bonita experiencia. A lo largo del camino puede verse cómo personas de muy diferente origen viven su religión de forma muy particular.
Cuando llegué a la Sexta estación, encontré una pequeña capilla muy obscura en la que se explicaba lo que la tradición enseña sobre el Manto de la Verónica. La capilla estaba custodiada por una monja de rostro noble y ojos muy azules. Me le acerqué para saludarla y pronto noté que no hablaba inglés, español o ninguna lengua en la que me sintiera cómodo hablando. Después de un rato, descifré que la mujer era alemana, cuya lengua he estudiado un poco.
La verdad no estaba seguro de estar hablando bien, pero a la mujer no pareció importarle demasiado. Me explicó - como hablándole a un niño pequeño - que ella pertenecía a una orden religiosa que se llama Las Pequeñas Hermanas de Jesús y que a ellas se les había dado el honor de custodiar esa capilla. Me sentí un poco obligado a cooperar con alguna moneda después de tan amable conversación, así que le compré un ícono que me dijo que ellas mismas habían pintado y que aún conservo entre mis curiosidades.
Ícono del Pentecostés, recuerdo de las Pequeñas Hermanas de Jesús.
Seguí mi camino a lo largo de la Vía Dolorosa hasta una entrada pequeña que indicaba el camino hacia el final de la peregrinación. Probablemente el lugar más sagrado de la cristiandad; El Santo Sepulcro.
Continúa en Parte 11.
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